domingo, 24 de enero de 2010

BESO TRAVIESO/// Capítulo 3: Testigo de toque romántico

Milagros estaba muy deprimida, no podía entender sus sentimientos. Estaba sola en su habitación con la luz apagada, llorando con la carta de amor que nunca le habían aceptado. “La primera carta de amor que escribí ni siquiera fue leída” Pensó “¿Cómo puedo seguir enamorada de ese molesto descorazonado? ¿Seré una masoquista?” Las lágrimas caían de su rostro mientras su brazo tapaba sus ojos para no ver la poca luz de luna que entraba por la ventana “Él está tan cerca y aún así… es tan deprimente”.
Siguió pensando en lo triste de su situación hasta que se quedó dormida y su carta de amor rechazada haciéndole compañía. Al rato de quedarse profundamente dormida Francisco entró a su habitación sin que ella se percatara de eso.
- Hey, el baño ya esta libre si te querés bañar- le dijo, pero ella no lo escuchó. Francisco se encontró con Milagros dormida tranquilamente, como nunca la había visto. Se quedó observándola, viendo como dormía con las últimas lágrimas derramándose de sus ojos y la carta que no quiso leer a su lado.
Francisco no lo pesó y la tomó, pues en realidad había sido escrita para él. Encendió la luz del escritorio y leyó la primera carta de amor de Milagros que decía:
<<>>
Francisco leía la carta y por momento la veía a Milagros, estaba prestando realmente atención a sus palabras y sintió, aunque fue mínimo, un poco de remordimiento por la forma en la que la trató.
Al otro día un evento importante se produciría en el la secundaria, “El día del deporte”. A Milagros le gustaba ese día, no era una deportista profesional, pero era buena. Por lo general esperaba ese día con ansias, pero esa semana no había sido buena para ella y no se sentía con muchos ánimos. Recogió todas las cosas necesarias y bajó a desayunar.
Norma estaba muy emocionada por el festival de deportes.
- Mili, ¿En qué eventos participas?- Dijo Norma contenta como siempre.
- En la carrera de relevos mixta y en la carrera de prestados.- Dijo con ánimos, pero no los mismos de siempre.
- ¿Y vos Fran?
- En los cien metros y en la carrera de relevos mixta- Dijo sin importancia, para él el día del deporte no era nada más que un día perdido.
- ¡Qué emoción! Están en la misma carrera los dos. ¡Voy a capturar cada minuto en video y en fotos!, pueden confiar en mi para recopilar grandes momentos de los dos juntos- Dijo codeando a Milagros.
- Dame un respiro- Dijo Francisco, se levantó y se fue.
Milagros no iría con él, sentía que la odiaba y no quería seguir sufriendo.
El momento del evento llegó. Los tres equipos compuestos por el equipo del A, del B y del C estaban en sus gradas y los familiares podían estar presentes en donde quisieran, lejos de las gradas.
Los chicos del C tenían un espíritu deportivo enorme, cantaban, practicaban y levantaban carteles enormes hechos por ellos, el principal alborotador era Lucas.
- Lucas se ve bastante animado ¿No?- Dijo Jimena.
- Si, el grupo C pone mucho empeño, los del A están estudiando nada más.- Dijo Mariela.
- Pero allá hay un cartel que sobresale de todos- Dijo Jimena.
Milagros miró fijamente y…
- ¿Norma?- Dijo Milagros. La familia de Francisco y su papá habían hecho una cartelera enorme dándoles aliento.
- Vamos Mili, tenés que alentar a Fran en la carrera- Le gritaba Norma desde un picnic que habían hecho.
El primer evento era la carrera de 100 metros en donde competían Lucas por el grupo C y Francisco por el grupo A.
- No voy a perder contra alguien como vos- Le dijo Lucas a Francisco- Te voy a demostrar mi velocidad.
Los chicos se pusieron en posición y las hinchadas comenzaron a Gritar. Milagros hinchaba por el grupo C aunque su corazón gritaba “Francisco, esforzate”. La carrera comenzó y Lucas tomó ventaja rápidamente seguido por Francisco. Ante los ojos de Milagros Lucas ganó la carrera.
- Lucas ganó, su velocidad es sorprendente- dijo Jimena.
- SI, pero Francisco salió segundo- siguió rápidamente Milagros.
- ¿Lo estás defendiendo?- agregó Mariela.
- No es eso- Dijo Milagros ruboriza- Lo que pasa es que ver a Francisco perder es algo increíble.
Luego de la carrera de 100 metros, Francisco decidió ir al baño a refrescarse. No le importaba haber perdido esa estúpida carrera, sólo quería que ese día terminara.
- Fran, por fin te encuentro- Lo sorprendió su madre que lo empezó a empujar hasta donde estaba el picnic de la familia- Vamos, que ahora le toca correr a Milagros y tenés que ir a alentarla.
A la fuerza, por su madre, Francisco la fue hasta el picnic. Norma había hecho mucha comida y ese fue la recompensa perfecta para él.
La carrera de cosas prestadas consistía en una carrera en la cual tenías un objeto o persona la cual debías tomar prestada y llevar hasta la meta, el primero que llega con la cosa o persona prestada gana.
Milagros tenía miedo de que le tocara algo muy difícil de encontrar. Se ponía muy nerviosa en esos eventos y más si sabia que Francisco la estaba “alentando” con su nueva familia postiza.
La carrera comenzó y Milagros corrió hasta el objetivo. Fue la primera en llegar, pero no le tocó el mejor de los objetos: “la persona que amás”. Ella miró rápidamente hacia el picnic, debía pedirle a Francisco que corriera con ella y algo le decía que eso iba a ser muy difícil. Corrió hacia el picnic donde Francisco estaba tomando una gaseosa y se paró delante de toda la familia.
- F… Fran- Dijo titubeando. Francisco la miró fijamente y Milagros se asustó, ella veía odio en sus ojos y no quería enojarlo más, así que cambió de estrategia- Fran… Franco ¿Me acompañaría a la carrera de prestados?
Franco estaba encantado y se paró lo más rápido que pudo, Norma lo alentaba desde atrás.
Una de las chicas llevaba una silla, otra una caja y la más lenta por el peso y la lentitud de Franco, era Milagros que, aunque hizo muchísimo esfuerzo, salió en último lugar.
- Perdoname Milagros, te hice perder- Decía arrepentido Franco cuando Milagros llegó al picnic.
- Esta bien, no se preocupe, sólo es un juego- contestó Milagros tratando de calmarlo mientras comía las delicias de Norma.
- ¿Y cuál era tu objeto?- Preguntó Norma con curiosidad. Milagros no quería decir ni “A”, le daba vergüenza la situación que tuvo que pasar.
- Podés creerlo, era la persona que amás.- Dijo Franco sorprendido por la elección de Milagros.
- ¿Así que la persona que amás eh?- Dijo Francisco irónicamente mirándola de reojo.
Milagros quería que la tierra se la tragara. “Todo esto paso por que me miraste con cara de odio” pensó mirándolo entre avergonzada y resentida.
Luego del almuerzo y de un rato de distensión, sería la carrera de posta, el último gran evento. Por eso tanto Francisco como Milagros se ocuparon de comer bien y de descansar lo suficiente. Milagros charlaba con Norma y Francisco leía un libro.
- Los participantes de la carrera de posta por favor a sus posiciones- Dijeron por el altoparlante.
Francisco y Milagros partieron hacia allí, mientras Norma les gritaba “suerte, suerte”. Francisco caminaba mucho más rápido que Milagros por que no quería que lo vieran con ella, cuando estaban por llegar Milagros tuvo que hablarle.
- Sos Ancla ¿no?- Dijo aún atrás de él.- Lucas también es ancla. La verdad que me sentí aliviada cuando te gano por que pensé “wow, hasta Francisco puede perder”, es como si por un momento fueras como los demás.
Francisco se frenó y aún sin mirarla le dijo:
- No me bajes a tu nivel, no hay forma que use mi máxima velocidad para cosas como esta.
- ¿O sea que fuiste suave con los otros corredores?- Dijo Milagros sorprendida y luego furiosa continuo- Estoy harta de tu egocentrismo, esa es sólo una excusa de un pobre perdedor.
- ¿a quién llamás “pobre perdedor”?- Dijo mirándola furioso.
- Así es- Continuó- Demostrá que me equivoco mostrando tu máxima fuerza en la carrera final.
- ¿Esta bien que digas eso?, voy a hacer que el equipo C pierda su perfecta victoria- Dijo Francisco y se fue.
Ahora sí, ahora si había hecho que Milagros se pusiera furiosa, le demostraría que el equipo C le ganaría aunque él mostrara su máxima velocidad.
Todos estaban en sus posiciones, La primera en correr era Mariela. Milagros le hizo mil recomendaciones, no quería perder por nada del mundo, sabía que si tomaban la suficiente ventaja, Francisco no tendría oportunidad de mostrar sus habilidades. La carrera comenzó y Mariela tomó una ventaja enorme y el equipo de A iba tercero. Mariela le entregó la posta al segundo corredor que tomó todavía más ventaja y ahí fue el turno de Milagros. Milagros se esforzó muchísimo, ella debía entregarle la posta a Lucas para que él fuera a la meta. Iba a toda velocidad hasta que sus ojos se apartaron de Lucas y se fijaron en Francisco, tan lindo estaba deportivo esperando a la corredora que le entregara la posta, deseaba tanto ser ella esa corredora, sus ojos brillaban con el sol y a ella le costaba muy poco perderse en sus ojos.
- ¡Milagros cuidado!- Le gritó Lucas viéndola a dos metros de él mirando a Francisco.
Milagros despertó y se dio cuenta de que iba sin control contra Lucas y así fue como se cayó en sima de él.
- Perdón Lucas, estaba distraída.- Dijo Milagros mientras el equipo B los pasaba de largo.
Lucas tomó la posta rápidamente, le dijo a Milagros que no había problema y mientras ella fue con el público a alentar a Lucas, confiaba en él y en su velocidad.
Rápidamente Lucas tomó la primera posición, lo que sorprendió más al público fue que en un instante Francisco se asomó al participante del grupo B, lo pasó y alcanzó a Lucas. Era un mano a mano increíble. Milagros gritaba como loca por Lucas cuando un desubicado de atrás la empujó y cayó a pocos metros después de la meta. En ese instante Francisco cruzó la meta y cayó sin poder frenarse sobre Milagros dejándola inconsciente.
- Milagros, Milagros- Le decía Francisco, hasta que ella se dio vuelta toda dolorida- Cielos, ¿tengo que seguir cuidando de vos?- Dijo mientras la cargaba y la subía a sus espaldas.
- Hey Francisco, sos tarado ¿Cómo te vas a caer así sobre mi Mili?- preguntó Lucas enojado.
- Movete- contestó Francisco
- ¿A dónde la llevas?
- A la enfermería, obviamente.- Dijo mientras lo dejaba atrás.
- Eso lo voy a hacer yo- Dijo enojado y continuó- si tan solo no me hubieras pasado en la carrera yo…
Francisco se dio vuelta y le contestó- Esa es sólo la excusa de un pobre perdedor- y se marchó con Milagros a sus espaldas.
La gente estaba como loca, gritaban de todo. Nadie creía que Francisco Ramos llevara en sus espaldad a Milagros Pasos.
- ¿Esto está bien?- Dijo Milagros preocupada por Francisco.
- Ya me estoy acostumbrando a esto- Contestó él seriamente.
Norma filmó todo y al llegar a su casa vieron el video una y otra y otra vez.
- ¿Cuántas veces más van a ver este video hasta que estén satisfechos?- Preguntó Francisco fastidiado.
- Es que se ven tan bien y tan adecuados el uno para el otro, deberían casarse.- Contestó Norma muy cerca de la tele- Fran, las chicas como Milagros son tu tipo ¿No?
- ¿En serio?- preguntó Milagros.
- ¡Claro que no!- le contestó Francisco.
- Vos tampoco sos mi tipo- Dijo resentida.
- ¿Ah no? Yo estaba tan seguro de que si- le contestó sarcásticamente- como me mandaste un mensaje tan apasionado.
- ¿De qué estás hablando?
- Hola Francisco, mi nombre es Milagros Pasos y soy de 5° “C”.- Empezó a recitar de memoria Francisco
- ¿Qué? ¿Eso es…?- Dijo Milagros viendo como recitaba a su carta al pie, de la letra. ¡Cómo podía ser tan insensible!
- Desde hace cinco años estoy cautivada por tu inteligencia y genialidad. No tengo manera de ser como vos, por eso pongo todos los profundos sentimientos de mi corazón en esta carta- prosiguió sin tomar en cuenta la interrupción.
- Fran ¿Eso significa que…?- Dijo Norma muerta de alegría
- Te amo. Milagros Pa…
Milagros no aguantó más y de lo profundo de su corazón sacó fuerza y le pegó un cachetazo a Francisco. El primer cachetazo de su vida, jamás había experimentado el dolor caliente de la mano de alguien en su mejilla y mucho menos uno con el dolor y la pena del corazón de una enamorada.
- ¡La leíste sin mi permiso! ¿Cómo pudiste?- Dijo Milagros con lágrimas en las mejillas y fuego en sus ojos y en su corazón.
- Si me la escribiste a mi ¿O no?- Dijo Francisco furioso.
- No tenías que memorizarla.
- Que culpa tengo de memorizar lo que leo una vez.
Norma interrumpió la discusión para agregar:
- Francisco ¿esa es una carta de amor que Mili te escribió a vos?
Milagros asintió con la cabeza. Todos se alborotaron, Norma estaba feliz, Franco sorprendido, Alberto como loco y Marcos se la veía venir.
- Entonces lo que dije no es sólo un pensamiento de deseo- Dijo súper feliz Norma de que quizás Milagros pudiera ser su nuera.
- Un momento señora- Dijo Alguien desde la ventana. Era Lucas.- Yo no voy a permitir que su hijo se quede con ella.
- ¿Y vos quién sos?- Le dijo Norma un poco enojada con ese metido.
- Soy Lucas Montero, compañero de clases de Milagros y total devoto a ella. Mi pasión por ella es la más grande en el mundo. Vine a ver como estaba
- Mili, parece que sos popular, que problema- La codeo Norma.
- No es así, en realidad- contestó avergonzada Milagros.
- Comparado conmigo, el señor genio- dijo Lucas refiriéndose a Francisco- no sólo la rechazó sino que además la odia. El casamiento no podría ser jamás y eso lo puede decir él.
- Eso…- dijo Francisco- no se sabe.
Todos los miraron sorprendidos, en especial Lucas y Milagros.
- Los sentimientos de la gente cambian, tu puedes odia a alguien, pero el día de mañana podrías amar a esa persona.- Dijo Francisco sorprendiendo a todos y se fue a su habitación.
Milagros estaba atónita, Francisco le acababa de decir algo que había renovado sus esperanzas “¿Podrías llegar a amarme?” pensó, quizás sus sueño no fuera tan loco después de todo.
Al otro día, mientras Milagros caminaba por el pasillo escuchaba los comentarios de la gente, tenía miedo de haber hecho algo malo y su idea tomó más firmeza cuando Francisco la llamó con cara enojada.
- ¿Qué pasa?- dijo con miedo.
- Eso- Dijo Francisco señalando otro dibujo de ellos dos. Este decía “Ayer tomaron sus votos matrimoniales. Francisco Ramos y Milagros Pasos”.
- Yo no sé quien se ocupa de hacer estos dibujos- dijo Milagros curiosa.
- Yo tampoco, quien podría ocuparse de dibujar semejante tontería
- Pero… eso no es una tontería- dijo Milagros con un tono de suspicacia en su voz.
- ¿Qué?- dijo Francisco un poco nervioso.
- Ayer dijiste que podría haber una posibilidad de que llegaras a amarme.
- ¡Pero eso lo dije por las circunstancias del momento!- Francisco se estaba enojando.
Los chicos que estaban junto a la cartelera comenzaron a reírse y a comentar cosas. Milagros simplemente se dio media vuelta y se fue. Por atrás la seguía Francisco gritando:
- ¡Desde que llegaste sos una molestia! No hacés más que causarme problemas- Milagros seguía caminando sin darle ni la hora- Hey, te estoy hablando, no es divertido.
Milagros reía y pensaba “Las cosas siguen igual que siempre, pero como dijo Francisco, no sabemos lo que nos espera mañana”.
¿Será posible que Francisco ame a Milagros algún día? ¿poco a poco sus sentimiento estarán cambiando? ¿O será otra falsa ilusión para Milagros? Veamos como sigue esta historia en el próximo capítulo que se titula: Emosionantes vacaciones de invierno.

2 comentarios:

  1. Todavía estoy leyendo, pero para la próxima cambiame la letra por favor porque no se ve un joraca jejeje.
    Beso.

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  2. Genial! Me lo leo sin determe, generalmente me distraigo fácil, me atrapa tu historia jajaja.
    Besos.

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