jueves, 4 de febrero de 2010

BESO TRAVIESO/// Capítulo 6: Chocolate, examen y desastre.

Una tarde a fines de noviembre, comenzó en la casa de la Familia Ramos una conversación sobre las universidades, ya que Francisco estaba cerca de los exámenes de ingreso. Milagros estaba contenta de que podría ir al CBC el año siguiente sin ningún inconveniente, incluso ya había hecho los tramites de preinscripción. Francisco también se había anotado allí por que era una de sus opciones aunque él estaba destinado desde siempre a ir a la Universidad Austral, donde su papá se había graduado.
- Seguro que vas a ser aceptado fácilmente- Dijo Milagros quien estaba muy orgullosa de él.
- Estudiará Ciencias Empresariales- Dijo Franco también muy orgulloso.
- Todavía no decidí si voy a ir a la Universidad Austral- Dijo seriamente
- ¿Estás hablando en serio?- Dijo Franco asustado. Quería que Francisco se hiciera cargo de su empresa algún día.
- Bueno, bueno- Dijo Norma para calmar los humos- Eso puede decidirse una vez que rinda los dos exámenes.
Francisco debía rendir un examen de Contabilidad y un de Matemáticas para poder entrar, pero sinceramente no tenía ganas de ir allí, no sabía por que.
Al otro día en el colegio, las chicas pasaron por 5° A, todos estaban tranquilos leyendo, por más que los exámenes ya habían terminado. Milagros se quedó mirando a Francisco, realmente le hubiera gustado ir al CBC con él, pero entendía que era lo mejor para su futuro.
Tarde como siempre, llegó Lucas que venía con una noticia que sorprendió a todos. El curso se había quedado mal por él, pues no había dado bien los exámenes y debería elegir entre empezar el CBC o ir al viaje de egresados, pero los dejó con la boca abierta cuando les comunicó que no iría a la universidad.
- ¿Y qué vas a hacer?- Dijo Jimena.
- Voy a trabajar y voy a hacer un curso, pero todavía nos les voy a decir de qué, es una sorpresa. Pronto las voy a invitar a mi lugar de trabajo, así que esténse listas.
- Lamento arruinar tu alegría- dijo Jimena- pero Mili va a ir a la universidad y seguramente va a encontrar muchos chicos lindos.
La cara de Lucas cambio a triste.
- Además no hay señales de que deje la casa de Francisco pronto- completó Mariela.
- Si, ¿Por qué mejor no te rendís?- Dijo Jimena para terminar, pero eso no influyó en Lucas.
- No se crean, por que tengo el perfecto plan “I love”
Milagros se preguntaba que sería ese plan, le daba un poco de miedo, pero con Lucas nunca se sabía nada.
El primero de diciembre llegó el gran día de Francisco. Tenia que rendir el examen de Contabilidad en la Central de la facultad. Norma y Milagros estuvieron con él hasta que se fue para desearle suerte, pero Francisco no tenía muy buen aspecto. Norma le tocó la frente y tenía un poco de fiebre. Sin pensalo, Milagros corrió y le trajo un medicamento el cual Francisco tomó rápidamente pues se le hacía tarde y luego pensó y dijo con miedo:
- Milagros, ¿eso no causa somnolencia?
Milagros leyó el prospecto y puso cara de terror. Leyó en voz alta:
- Evite conducir después de ingerir, causa somnolencia- Milagros lo miró asustada y desesperada- ¿Qué vamos a hacer? ¡Vomitalo!
- Ya está- Dijo resignado.
- Si, pronto se va a sentir bien- Dijo Norma- Vamos Fran, que se te va a hacer tarde.
Francisco se fue. En el camino a la Universidad no sintió los efectos del medicamento, el problema estuvo a la hora del examen. Veía doble, realmente se sentía somnoliento y no podía concentrarse con facilidad. Cuando creyó que lo que había hecho podía llegar a estar bien, entregó el examen y se fue, nunca había estado tan inseguro, pero tampoco le importaba mucho.
Cuando llegó a su casa, Milagros lo estaba esperando con ansias y nerviosa.
- ¿Cómo te fue?- dijo desesperada.
- Veía doble mientras hacía el examen- Dijo mientras subía las escaleras hacia su habitación.
- ¿Entonces?- Dijo Milagros más nerviosa.
- Es posible que no lo logre.
Francisco verificó sus resultados cuando se sintió mejor y había aprobado. Norma estaba realmente feliz y Franco loco de alegría. Era tanta la felicidad que Alberto decidió invitar a todos a comer a su restaurante japonés.
Todos brindaron por el triunfo de Francisco, el cual era obvio.
- Yo sabía que Fran lo iba a hacer bien- dijo Norma.
- Los genios realmente son distintos- dijo Alberto.
- Menos mal, me dejaste preocupada cuando me dijiste que quizás no lo lograrías- dijo Milagros.
- Pero no estaba bromeando sobre que me sentía somnoliento- le contestó Francisco.
- Es por que Milagros siempre está haciendo cosas innecesarias- Dijo Marcos sentado entre ellos.
- Honestamente, automedicarme, obligarme a ser tu profesor, y causar que los rumores se expandan en el colegio- dijo Francisco seriamente y mirándola de reojo
Milagros estaba avergonzada.
- Pero Fran, vos no lo entendés. Es más divertido tener una vida llena de suspenso y drama- Dijo Norma.
- ¿Qué tiene eso de divertido?- Dijo Marcos seriamente- Milagros es la mufa de Fran.
- ¿La mufa?- Dijo Milagros ofendida.
- ¿No es verdad Fran?- Dijo Marcos mirándolo para buscar su aprobación, pero él no dijo nada.
De pronto la puerta del restaurante se abrió.
- ¡Lucas! ¿Qué hacés acá?- Dijo Milagros sorprendida.
- Supongo que no puede evitarse ahora que me descubriste- dijo Lucas seriamente- Mili, voy a ser cocinero. Luego me voy a casar con vos haciéndome cargo del restaurante de tu papá, así él va a poder descansar tranquilo.
- ¿Ese es el plan “I love” del que hablabas el otro día?- Dijo Milagros asustada de todas las cosas que planeaba Lucas.
- Pero todavía no acepté que trabajes acá- Dijo Alberto, aunque le gustaba el entusiasmo de Lucas.
- Bueno futuro suegro, vendré aquí hasta que me acepte.
- Supongo que no nos queda otra opción que hacer que Fran se convierta en cocinero- Dijo Norma preocupada de que Lucas le lleve la ventaja.
- No, Francisco se debe hacer cargo de mi empresa, por eso tiene que ir a la Austral- Dijo Franco seriamente.
- No decidan mi vida por mi- Dijo Francisco un poco enojado.- Ya les dije que todavía no se si voy a ir a la Austral.
- ¿Y entonces a dónde vas a ir?- Dijo Franco enojado.
- No sé, quizás a un lugar con una buena cafetería- Dijo Francisco tomándose todo a la broma.
- ¡Dejá de bromear!- Dijo Franco enojado como nunca- ¡Si seguís subestimando la vida vas a terminar en grandes problemas!
- Por mi está bien- le contestó Francisco sereno.
- ¡Vos y tu actitud!- Dijo Franco realmente enojado.
- Bueno amor- dijo Norma para calmarlo- Ya tomó uno de los exámenes- Norma miró la hora y se alarmo, luego se dirigió a Milagros- Mili, debemos ir yendo.
- Si- Dijo Milagros terminando de comer.
- Tenemos cosas que hacer, así que nos vamos primero- Dijo Norma a modo de explicación y luego se fueron.
Milagros tenía pensado hacerle unos chocolates a Francisco en agradecimiento por todo. Norma se ofreció sin pensarlo a ayudarla, ya que Milagros no era muy diestra en la cocina.
- Este es uno de mis sueños- Dijo Norma- Hacer chocolates caseros en forma de corazón.
- Norma, ¿Vos pensás que Francisco realmente no quiere ir a la Austral?
- Creo que Fran debe ir a la Universidad que él decida- Dijo mientras revolvía el chocolate.
- Él tiene suerte, él puede hacer cualquier cosa que quiera con su capacidad- Dijo Milagros.
- Pero esa es la parte desafortunada- Dijo Norma- Como no hay algo que no pueda hacer, le faltan metas o sueños. Siento que él no sería una persona tan distante si pudiera encontrar eso.
Al oír eso, Milagros recordó cuando Francisco le dijo que tenía celos de ella, cuando le dijo que era increíble. Ahí entendió a qué se refería, quizás fuera eso.
- Vos y Fran pueden tener personalidades opuestas, pero creo que harían una fantástica pareja por que uno posee lo que al otro le falta.- Dijo sinceramente Norma- Así que esforcémonos para mañana.
Estuvieron bastante tiempo haciendo los pequeños bombones con forma de corazones, pero quedaron muy bien. Milagros probó uno y tenían un sabor increíble.
Como estuvo gran parte de la noche en vela, al otro día se quedó dormida y no pudo darle los chocolates a Francisco. Se levantó volando y no desayunó, pero no lo alcanzó pues cuando llegó al subte justo cerró la puerta antes de que ella entrara. En el colegio sería muy difícil dárselo. Cuando llegó, pasó por su aula y lo vio muy concentrado, pues esa tarde daría el examen de Matemática que le faltaba para entrar a la Universidad. Francisco la vio, pero ella sólo lo saludó y se fue.
- ¿Todavía no se los diste?- Dijo Mariela impaciente, sabían de la idea de Milagros por que se lo había comentado.
- No tengo el valor de entrar a su curso, no quiero avergonzarlo- Dijo triste Milagros.- Se los voy a dar en el almuerzo, después de todo me pasé toda la noche haciéndolos.
De repente a Milagros le dolió el estómago y no era la primera vez en el día, pero no le había dolido tan fuerte antes. En realidad no se sentí muy bien, pero quizás solo fuera una gripe pasajera.
-¿Qué te pasa?- Le dijeron sus amigas.
- Nada, es sólo el estómago- Dijo aguantando el dolor.
- ¿No comiste nada raro?- Dijo Jimena.
- Nada, no desayune. Lo único que comí fueron chocolates que hice.- Dijo un poco asustada.
- Creo que deberías reconsiderar si darle esos chocolates a Francisco- Dijo Mariela.
Milagros se aguantó el dolor de panza todo el día y decidió no darle los chocolates pues no quería causarle un mal justo ese día que debía ir a dar el examen. Cuando llegó a la casa le explicó a Norma lo que le sucedió y optaron por no darle los chocolates y buscar otro método.
A la hora en la que Francisco tenía que irse, Milagros bajó rápidamente y le dio un regalo. Era un amuleto chino de la buena fortuna que se ponía en la mochila. Milagros se lo ató y Francisco fue obligado a agradecérselo, aunque lo hizo de mala manera.
- ¿Estás a tiempo?- Preguntó Norma- Vas a llegar tarde si seguir perdiendo el tiempo aquí.
- Aún hay mucho tiempo- Dijo.
- No vallas a escapar- Le dijo Franco seriamente.
- ¡Cómo si fuera a hacer eso!- Dijo Enojado Francisco.
- ¿Debería ir con vos?- Dijo Milagros sorprendiendo a todos- Así me aseguro de que entre a dar el examen con mis propios ojos.
- Esa me parece una idea excelente- dijo Franco- Cuento con vos Mili.
A Francisco todo eso le daba mala espina. Ya no tenía ganas de dar el examen ni nada por el estilo.
Ambos se fueron y tomaron el subte. Para evitar chocarse con la gente se pusieron del lado de la puerta izquierda.
- ¿Estás nervioso?- Le preguntó Milagros para hablar de algo
- Por supuesto que no- Dijo Francisco seriamente.
- No digas así, yo todavía voy al baño cada vez que tengo un examen.- De repente Milagros se quedó callada, pues el dolor de estómago volvió y mucho más fuerte que antes, pero debía disimularlo pues Francisco la estaba mirando- No es nada- Le dijo.
Pronto llegaron a la estación anterior a la que debían bajarse. Francisco quiso acomodarse bien para salir en la próxima estación, pero algo se lo impedía.
- Mi mochila está atorada- Le dijo a Milagros.
Milagros miró por la ventana de la puerta y vio que su amuleto estaba atrapado entre las dos puertas y eso trababa la mochila de Francisco.
- Y en la próxima estación las puertas se abren…
- De otro lado- Completó la frase Francisco asustado.
Rápidamente Milagros trató de desatar el amuleto, pero no pudo. Estaban por llegar a la estación donde debían bajar.
- Bajate vos que yo la saco- Le dijo Milagros.
- No puedo ir sin mi mochila-Le contestó irritado.
Ambos comenzaron a tironear de la mochila, tiraron y tiraron hasta que por fin la sacaron. La puerta del subte hizo el pitido de que la puerta se cerraría, entonces Milagros empujó rápidamente a Francisco y lograron salir sanos y salvos.
- Eso estuvo cerca- Dijo Milagros fatigada por el susto- Que bueno que vine.
- Esto no hubiera pasado si no me hubieras dado ese amuleto- Le dijo enojado Francisco.
Francisco comenzó el trayecto hasta la facultad y Milagros lo seguía detrás.
- Ya está, ya te podés ir a casa- Le dijo, pero Milagros negó con la cabeza.- Hace lo que quieras.
Milagros no aguantaba más el dolor de estómago, cada vez era más fuerte, pero ella había prometido que no se iría hasta ver a Francisco entrar por la puerta de la Universidad.
Pronto llegaron a la facultad y Milagros aguantó el dolor de estómago hasta allí sin que Francisco lo notara.
- ¿Ya estás feliz?- Le dijo Francisco cuando llegaron a la facultad- No vemos después.
- Buena suerte- Le dijo Milagros con la mejor cara aunque por dentro el dolor la estaba matando.
Francisco iba entrado cuando escuchó a una chica diciendo “¿Estás bien?”. Por alguna razón, Francisco fue a mirar y la vio. Milagros estaba en el piso, doblada por el dolor de estómago que ya no aguantaba más. Francisco le gritó.
- Estoy bien, así que andá, apurate con tu examen- Le dijo como si no la estuviera viendo doblada en el piso.
Milagros no pudo más, además tenía fiebre y cayó desmayada. Sin dudarlo un instante, Francisco corrió y la levantó en sus brazos. A pie la llevó al hospital más cercano que no estaba muy lejos de ahí. Milagros lo único que murmuraba era “Francisco, el examen”
Cuando llegó y la internaron, el médico le dijo a Francisco que era apendicitis, que probablemente estuvo aguantando el dolor hace bastantes horas. Francisco se quedó con ella, sentado, mirándola seriamente sin saber cómo podía hacer eso por él.
Cuando Milagros recobró la conciencia se encontraba en la habitación con Norma y con su papá quienes al verla despertar se tranquilizaron. Le explicaron que era apendicitis y le explicaron que la iban a operar en un rato.
- Dios mío- Dijo Alberto- Pensé que el corazón se me iba a salir cuando Francisco me llamó.
- ¡Francisco!- Dijo Milagros recordando y preocupada- ¿Dónde está Francisco?
- Está bien, estoy segura que en este momento está en medio del examen- Le dijo Norma.- Seguramente va a salir primero otra vez, no te preocupes.
Pero Norma se equivocó pues en ese instante entró Francisco por la puerta.
- Ah, ya estás despierta- Le dijo Francisco a Milagros quien lo miraba sorprendido al igual que su mamá y Alberto.
- Fran, ¿No hiciste el examen?- Le dijo Norma.
- No, tenía hambre, así que fui a comer- Dijo tranquilamente.
- ¿Y qué hiciste con el examen?- lo interrogó su mamá.
- No lo hice.
Milagros entró en shock. Sentía que era su culpa y comenzó a llorar.
- Es mi culpa- dijo llorando- realmente es mi culpa esta vez, es mi culpa que el futuro de Francisco esté arruinado.
No podían calmarla y lloró hasta dormirse.
La operación fue un éxito y al poco tiempo ya estuvo en su casa. Aún no podía recuperarse del dolor que sentía por haber arruinado el examen de Francisco, eso para ella fue peor que la operación. No podía quedarse más ahí y arruinarle la vida entera. Milagros juntó sus cosas y escribió una carta de despedida para la familia Ramos agradeciéndoles por todo lo que habían hecho por ella. Milagros quería vivir lejos de la vista de Francisco.
Milagros se fue y antes de irse miró a la ventana de Francisco que estaba prendida y con lágrimas en los ojos partió.
- Eso parece pesado- Le gritó Francisco desde la ventana y ella se dio vuelta- Se supone que aún estás recuperándote.
- No me detengas- le dijo Milagros de manera dramática- Ya no puedo…
- No te estoy deteniendo, de todos modos- La interrumpió Francisco y continuó- ¿Te vas por que no voy a ir a la Universidad Austral?
- Por la medicina para la gripe y por lo que pasó con la apendicitis, como dice Marcos, soy mufa para vos. Probablemente te traería más mala suerte si me quedo. ¡No quiero causarle más problemas a la persona que amo!- le dijo Milagros sin mirarlo.
- Para que lo sepas- Dijo Francisco sin mirarla- No fue culpa tuya que no haya dado el examen. Hubiera llegado a tiempo si hubiera ido después de dejarte en el hospital- Milagros se dio vuelta a mirarlo- Siempre me pregunté qué haría luego de ir a la Austral. De todos modos, últimamente tenerte cerca ha hecho mi vida más interesante y excitante de alguna forma. Estaba pensando en asistir a la UBA e ir al CBC.
- ¿O sea que querés ir a la misma sede que yo?- Dijo Milagros feliz.
- No hace falta que remarques ese punto- Dijo Francisco y luego continuó- De todos modos, ya dije lo que tenía que decir, así que ahora andate si querés. Voy a cerrar la ventana.
- ¡Esperá!- Dijo Milagros deteniéndolo y él lo hizo- No te voy a causar problemas, así que ¿Puedo quedarme un tiempo más?
- Realmente no creo posible que no causes problemas.
- Tenés razón, bueno te prometo que la vida estará llena de excitación- Le dijo Dulcemente.
- Si que no tenés problemas para hablar- le dijo- Entrá antes de que mi mamá se dé cuenta- Y empezó a cerrar la ventana devuelta.
- ¡Francisco!- Lo detuvo devuelta.
- ¿Qué?
- ¡Te amo!- Le dijo dulcemente.
- He oído eso con mucha frecuencia- Le dijo Francisco y cerró la ventana.
Milagros estaba realmente feliz. Entró a la casa rápidamente y dejó sus cosas. Quería agradecerle a Francisco por todo incluso por llevarla al médico. Como se dio cuenta que la vez anterior no habían sido los chocolates los que le habían causado un mal, volvió a hacerlos. Hizo un gran corazón de chocolate que decía “AMOR de Milagros” en inglés.
Francisco se levantó y el chocolate estaba listo.
- Francisco este es una pequeña muestra de mi amor y mi aprecio- Le dijo Milagros ofreciéndole el chocolate.
- No lo quiero- Le dijo Francisco tomando la leche de la heladera y sentándose a la mesa. Para Milagros, esas tres palabras se le hacían muy comunes.
- Pero me esforcé mucho, por lo menos una pequeña mordida- insistió.
- No como dulces- Le dijo siguiendo con lo suyo.
Milagros entristeció por un momento, pero luego pensó “No importa, ahora que iremos a la misma Universidad, me voy a convertir en una gran mujer y haré que él piense “Esa si que es una chica genial””. Francisco interrumpió sus pensamientos.
- A propósito- Le dijo sorprendiéndola- Escribiste mal eso.
- Si el love está bien escrito- Dijo.
- Pero no es love by Milagros, es love from Milagros.
Milagros entristeció, no podía ser tan torpe incluso al esforzarse por hacerle un regalo.
Francisco por su parte sonrió sin que ella se diera cuenta, cada día era algo nuevo desde que ella vivía ahí.
¿Logrará Milagros convertirse en la mujer genial que desea ser? ¿Francisco aprenderá a convivir con las excitaciones y los problemas que trae Milagros? ¿Aprenderá Milagros a escribir correctamente en Inglés? Lo sabremos en el próximo capítulo que se titula: Beso rencoroso. Es un capítulo muy importante así que ¡No se lo pierdan!

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