jueves, 11 de febrero de 2010

BESO TRAVIESO/// Capítulo 8 1° parte: Aspiraciones para una cita

Francisco la estaba besando. No hubo tiempo, ni lugar ni nada en sus pensamientos. La pared de aquel restaurante sería el lugar donde su primer beso tan deseado había ocurrido.
- Te amo- Le dijo Francisco con los ojos iluminados.
Milagros estaba en el cielo.
- Decilo devuelta- Le pidió ella contenta.
De repente Francisco se separó de ella y le dijo:
- Lo tenés merecido- Y luego le sacó la lengua y se fue.
- NOOOOOOOOOOOOOO- Comenzó a Gritar Milagros y así despertó.
Había tenido el mismo sueño durante todo el verano. Desde que Francisco la había besado no había parado de pensar en eso. Ella se había ilusionado mucho, pero quedó muy claro que nada había cambiado cuando comenzó a tratarla mal y a ignorarla como siempre. Durante el viaje de egresados no había conocido a nadie pues sólo pensaba en él.
Milagros se levantó y se arregló el cabello frente al espejo que estaba hecho un desastre por las vueltas que dio al dormir. Desde el beso no había tenido el valor de enfrentar directamente a Francisco, pero eso podría cambiar ese día, pues comenzaban una nueva etapa en sus vidas: la facultad.
Milagros miró su foto con él, que aunque no era la más romántica del mundo estaban en el mismo pedacito de espacio, y pensó “Este año será mejor”.
Bajó a desayunar vestida como una verdadera alumna de facultad, nada muy elegante, pero tampoco muy entre casa. Norma estaba encantada con ella y su actitud de mayor.
- Mili, estás tan linda. Tenés una actitud muy seria que me encanta- Le dijo Norma y Milagros se rió.
Pronto bajó Francisco con un libro entre sus manos. Estaba con un jean y una camisa. Cuando Milagros lo vio, se sonrojó.
- Buenos días- Le dijo.
- Buenos días- Dijo ella girando la cabeza para adelante para que no notara su expresión.
- Fran, ¿No está hermosa Mili con esa actitud tan seria?- Dijo Norma a su hijo
Francisco que dejó de leer y la miró.
- Le queda tan mal como las perlas a los cerdos- Dijo continuando su lectura.
- ¡Francisco! ¿Cómo podés decir una cosa tan terrible?- Lo regañó su madre.
- ¿Quizás la ropa hace a las personas?- Dijo burlándose de Milagros.
Milagros estaba decepcionada otra vez. ¡Un cerdo!, pensó que podía conseguir algo más que una comparación con un cerdo.
Luego de desayunar partieron hacia la facultad. Debían caminar unas cuadras hasta la parada del colectivo y Francisco siempre caminaba delante de ella, sin tomarla en cuenta.
Milagros se sentía muy incomoda, no sabía que decir ni entendía la actitud de Francisco. Aunque se habían besado, nada había cambiado para él. Los pensamientos de Milagros se interrumpieron cuando un poste de luz chocó con su cabeza y la hizo caer. Francisco se dio vuelta para ver que había pasado y la vio tirada en el piso. Por más seria que se vistiera, seguía siendo la misma.
- Que cabeza de chorlito- Le dijo y siguió caminando.
Milagros realmente no entendía, ¿Cómo le podía decir cabeza de chorlito a la persona que había besado? ¿Y cómo podía usar una palabra tan anticuada? Milagros se daba cuenta de que sólo ella se estaba preocupando por eso y que eso la hacía quedar como una tonta, entonces decidió hacer como si nada hubiese pasado. Ese beso existía y era un recuerdo que jamás olvidaría, pero no sería la tonta paralizada, debía conseguir más que un beso.
Pronto llegaron a la facultad. Mili comenzó a ver las aulas y a las personas. Pensó que sería un año interesante.
- Hey, ¿Cuánto tiempo me vas a estar siguiendo?- Le dijo Francisco adelante de ella y Milagros reaccionó- Mi aula está en el piso de arriba.
- Ah, yo creo que la mía es en este piso- Le dijo Milagros mientras él subía- ¡Nos vemos!
- Vienen juntos desde el primer día- Escucho Milagros que le decían por detrás.
- Jime, Marie- Dijo contenta- ¡Qué suerte que nos tocó la misma clase!
- Si, fue un milagro de Dios- Dijo Mariela contenta.
- Pero Francisco no cambió nada ¿No?- Dijo Jimena.
- ¿Pasó algo durante el verano?- Dijo Mariela.
- No, estamos hablando de Francisco Ramos- Dijo Jimena.
Milagros nunca les contó lo del beso, pues quería ver si había algún cambio antes, pero como había abandonado esa idea, sería mejor contarles lo que había pasado.
- Bueno, puede ser diferente con los demás pero con esta chica…- Dijo Mariela.
- Me pregunto eso- Dijo Milagros misteriosa y colorada.
- ¿No me digas que pasó algo en el verano?- Dijo Mariela sorprendida.
- No en el verano, pero…- Dijo Milagros acercándose a sus oídos- Francisco me besó.
- ¡TE BESÓ!- Gritaron las dos.
- chicas hablen más bajo- Las regañó Milagros más colorada.
- No puede ser, no me lo imagino- Dijo Jimena sorprendida.
- Pero se besaron los dos ¿No?- Le dijo Mariela también sorprendida.
- ¿Ahora son una pareja?- Le preguntó inmediatamente Jimena sin dejar responder nada a Milagros.
- No- Dijo Milagros avergonzada- Es como si sólo me estuviera molestando.
- Pero no tenés que ser tan tímida ¡Te beso!- Le dijo Mariela.- ¡Quiero decírselo a todo el mundo!
- No, por favor no lo hagas- Le dijo Milagros calmándolas- Chicas, mejor entremos al aula que ya falta poco para la clase.
Entraron al aula 2 y se encontraron con un profesor sumamente estricto que los sermoneó sobre el estudio y que muchos en su clase recursaban. Las chicas se asustaron un poco, pero debían acostumbrarse pues era la universidad, ya no era la tonta clase de la secundaria.
Luego de la clase decidieron dar un paseo por la facultad. Miraban las carteleras y veían que había muchas actividades para hacer, cursos, deportes y quizás les vendría bien anotarse en alguno. Milagros se preguntaba si Francisco se anotaría en alguno, pues a ella le gustaría anotarse en cualquier cosa que hiciera él. De pronto se dio cuenta a donde habían ido.
- ¿Qué hacemos en el segundo piso?- Dijo Milagros sorprendida de no haberse dado cuenta de que subió las escaleras.
- Venimos a ver a Francisco ¿No tenés ganas de verlo?- Le dijo Mariela.
- Hay muchas chicas lindas Mili, tenés que cuidar lo que es tuyo- Le dijo Jimena.
- Pero por favor- Dijo Milagros agrandada- No me pondría celosa por algo tan trivial como esas chiruzas.
- Milagros, si buscar a Fran está en el aula 107- Le dijo un chico que iba a la secundaria con ellos pero a la clase de Francisco.
Milagros se puso colorada y le agradeció.
- Wow, pareciera que todos conocen tu relación- Dijo Mariela codeándola.
Las chicas se acercaron al aula y vieron que Francisco estaba hablando con una chica. Una chica sumamente hermosa, de cabello negro y rizado, anteojos y muy sensual.
- ¿Quién es ella?- Dijo Milagros asustada.
La chica estaba con un libro y un lápiz hablando con Francisco y parecía que a él no le molestaba.
- Fran, tu esposa está acá- Dijo el mismo chico que le dijo a Milagros donde estaba Francisco, y la empujó adentro del aula.
Milagros se quedó estática frente a la mirada de Francisco y de la hermosa chica.
- Necesitás algo- Le dijo serio.
- No, sólo estábamos recorriendo la facultad para ver como era- Le dijo media nerviosa.
Las chicas desde la puerta veían la patética escena y se preguntaban si realmente Francisco besó a Milagros, por que no lo parecía.
- ¿Es tu novia?- Dijo la chica que estaba al lado de Francisco.
- Claro que no- Dijo Francisco.
Milagros quedó paralizada “¿Entonces que significó ese beso?” pensó.
- Me lo suponía- Dijo riendo la chica junto a Francisco, lo que irritó a Milagros.- Decime Fran ¿te gustaría ir a tomar un café a la cafetería de la faculta?
- No gracias, me voy a adelantar- Le contestó Francisco dejándola sola.
Milagros la miró con una sonrisa de satisfacción, nadie se quedaría con Francisco, era alguien difícil de atrapar. La chica también miró a Milagros, sus miradas se cruzaron en una ruda pelea de miradas que la chica ganó al terminar ignorando a Milagros.
Esa noche Francisco y Milagros se cruzaron en el pasillo. Francisco salía bañarse y ella de su habitación. Se quedaron estáticos y Francisco se dio cuenta de que Milagros quería decirle algo, pero no se animaba.
- ¿Qué pasa?- Le dijo al verla dudar.
- Esa chica en el aula…- Dijo Milagros nerviosa.
- Ah, Elina Domínguez- Dijo Francisco sonriendo.
- ¿Te sabés nombre y apellido?- Le dijo Milagros sorprendida.
- Si lo escucho una vez lo memorizo- Le recordó.
- ¿Qué pensás sobre ella?- Le dijo Milagros mirando al piso.
- ¿Qué? ¿Estás celosa?- Le dijo con la mano en la cintura.
- ¡No!- le gritó Milagros.
- La verdad que es muy bonita- Dijo Francisco pensativo mientras Milagros sentía el peso de las palabras de Francisco en sus hombros como si fueran piedras- También es muy inteligente- continuó- Y sacó el segundo lugar nacional en un concurso de literatura.
Milagros se sentía mal, realmente menospreciada. No podía competir contra esa chica en nada.
- Y si le gusta escribir ¿Por qué hace Ciencias Económicas?- Le dijo Milagros.
- No sé- Dijo Francisco y luego recordó- Es extraño ¿No dijiste que te ibas a olvidar de mi?
Milagros se sorprendió, no pensó que tocaría ese tema.
- Ah, pero ya nos besamos ¿No?- continuó Francisco.
Al escuchar esa frase, los ojos de Milagros se iluminaron “¿Nos besamos?” pensaba Milagros colorada. Francisco comenzó a acercarse a ella y puso rostro muy cerca del de ella. “¿Será el segundo beso?” pensó Milagros y puso sus labios a su disposición cerrando los ojos. Lo único que sintió fue la risa de Francisco cuando se iba a su cuarto y una frustración y enojo tremendo. Así Milagros confirmó que ese beso no significó nada para él.
Al otro día, Milagros les contó todo a las chicas y se sorprendieron al ver que esa tal Elina era como una versión de Francisco en mujer. Cuando salieron de clases, decidieron ir a la cafetería. Estaba repleta y la única que debía almorzar era Milagros, así que ella sola se aventuró al gentío.
- ¿Qué voy a comer?- Pensaba en voz alta- Puedo comer empanadas, o quizás una hamburguesa completa o unas porciones de tarta…
- ¿Solo sos capaz de pensar en voz alta?- Le dijo una voz que reconoció en seguida.
- ¡Francisco!- Dijo Milagros sorprendida. No quería verlo después de lo que había pasado la noche anterior
- No tenés que hablas tan fuerte- La retó.
Milagros se sentía realmente avergonzada y recordaba todo lo que había pasado y eso aumentaba su vergüenza.
- Un sándwich en pebete por favor- Dijo Francisco.
- Que sean dos- Dijo Milagros.
Cuando les entregaron los sándwiches había algo que estaba mal. El de Francisco tenía una sola feta de queso y una sola de jamón, en cambio, el de Milagros estaba súper cargado.
- ¿Por qué mi sándwich es distinto al de ella?- Gritó Francisco enojado.
- ¿Qué está diciendo señor? ¿Qué es poco?- Dijo una voz que les resultó familiar hasta que se dio vuelta el cocinero- Si que tenés agallas señor Genio.
- ¡Lucas!- Dijo Milagro sorprendida.
- Mi futura esposa ¿Cómo estás?- Dijo contento de verla.
- ¡No digas eso!- Dijo Milagros enojada- ¿Qué estás haciendo acá?
- A la noche trabajo con tu papá y de día trabajo acá- dijo Lucas mientras hacía otro sándwich.- Estoy ahorrando para que podamos casarnos cuando quieras. Además tengo que protegerte de este demonio- Dijo mirando a Francisco.
- Sí, si, bien hecho- Dijo Francisco y luego se dirigió a otra empleada- ¿me podría poner más jamón y queso por favor?
La señora se lo puso y cuando Francisco por fin se iba a poder sentar, un chico del centro de estudiantes llamado Julián lo intentó convencer para que se uniera. Francisco no quería saber nada y no lo pudo convencer. Milagros le preguntó que necesitaba y le explicó que estaba buscando chicos para el centro, que ya había logrado unir a Elina y que ella le había recomendado a Francisco. Milagros se alegró de que Francisco no aceptara, lo quería lejos de esa Elina.
Esa tarde cuando Milagros volvía en el colectivo a la casa de los Ramos, escuchó a una pareja hablando de una película que ella ya había escuchado.
- Dicen que es muy romántica- le decía la chica a su novio- es perfecta para una cita.
A Milagros se le prendió la lamparita instantáneamente y pensó en cómo podría lograr su cometido.
Cuando llegó a la casa, fue al living y allí estaba Francisco leyendo su libro en el sillón. Milagros se acercó despacio y dulcemente le dijo:
- Francisco ¿Te gustaría ir a ver una película?
- ¿Una película?- Dijo él levantando la vista de su libro.
- Si, este domingo ¿Te gustaría ir conmigo?- Le dijo con mucho valor.
- No me interesa- Dijo Francisco sin levantar la vista de su libro
- Pe… pero es muy popular. Es la historia de un apuesto androide que se enamora de una chica universitaria ¡Y el actor se parece mucho a vos! Hasta tiene esa actitud fría y todo- Dijo Milagros para convencerlo.
- ¿Estás tratando de insultarme?- Dijo volviendo a interrumpir su lectura- Si querés ir ¿Por qué no vas vos sola?
- No tenés que ser tan directo- Le dijo Milagros un poco enojada.
- Me estás molestando- Le dijo Francisco ya sin levantar la vista.
Milagros le sacó la lengua y se fue. No podía ser que tuviera una actitud tan fría.
Al otro día, Francisco fue a la biblioteca de la facultad. Necesitaba un libro para hacer un trabajo y justo no estaba.
- ¿Éste es el libro que necesitás?- Le dijo Elina ofreciéndole el libro.
- Si, el tomo dos- Le dijo serio Francisco.
- Te lo voy a prestar, por que lo necesitas para hacer el reporte.
- Gracias
- Con las gracias no basta- Le dijo Elina dándole el libro.
Francisco la miró esperando a que hablara.
- Tengo dos entradas para el cine el domingo que mi hermana me dio por que iba a ir, pero no puede. No tengo con quien ir y me gustaría que me acompañaras.
Francisco quedó en silencio.
Para Milagros, el domingo no sería arruinado por el rechazo de Francisco. Realmente quería ver esa película y no le importaba ir con sus amigas en vez de su amor. Fue temprano y se encontró con una fila enorme para sacar las entradas. Cuando estaba a la mitad le sonó el celular y era Jimena avisando que no podía ir, por lo menos quedaba Mariela. Al rato le llega un mensaje de Mariela diciéndole que tampoco podía ir.
Bueno, tenía ganas de ver la película y no le importaba ir sola en vez de ir con sus amigas o su amor. Se quedó esperando en la fila y observando a la pareja que estaba delante de ella. Ella también quería estar con Francisco así y caminar a su lado así como lo estaba haciendo Elina en ese mismo instante. Milagros cayó tarde.
- ¿Qué hace Francisco acá con Ella?- Dijo en voz alta.
¿Sentirá Francisco algo por Elina? ¿Milagros se quedará en el molde al verlos juntos?¿Será vergonzoso para ella ver la película romántica sola? Lo sabremos en la segunda parte de este capítulo.

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