Estos últimos días soy un alma en pena. Me encuentro un poco
enojada con el mundo, con las personas, con su forma de pensar. Me doy cuenta
que somos pocos los que tratamos de llegar a lo que se llama realmente amor. La
mayoría de las personas sólo buscan una especie de relación que llene sus vidas
y nada más. No busca al amor de su vida, no busca que perdure todo, no le
importa si es esa persona o es otra. Siento que ya no se valora a la persona
que uno tiene al lado. Siento que a gente ya no se ve a futuro, no hace planes
a largo plazo, pocos son los que se casan. Siento que el mundo se va al tacho
de basura. Cuando planteo esta situación de la infidelidad son más los
comentarios como “y son cosas que pasan” o “es muy normal, mientas el otro no
sepa” que los que esperaría como “no, eso está muy mal” y por pensar de esta última
forma a veces hasta me tratan de ingenua o tonta.
La infidelidad existió siempre, así también lo dice el dicho
<< de los cuernos y de la muerte nadie se salva>> pero ¿Por qué? ¿Por
qué otra persona si la que uno realmente ama está para vos siempre que la
necesitas? Tanta necesidad sedienta de carne tiene el ser humano que no piensa
en las consecuencias. Es ahí donde digo que se perdió el valor de la persona,
el valor de un beso, de una caricia, el valor de decir me siento mal y que la
otra persona esté ahí con vos. Siento que somos seres caprichosos, que solo
valoramos lo que tenemos cuando lo perdemos y nos pensamos inteligentes por el
hecho de decir “ay si no se entera no hay problema”. ¡¡Ya no existe ni la culpa!!
Ese sentimiento en el medio del pecho que nos dice que no hicimos las cosas
bien. ¿Cómo se hace para no sentir culpa cuando traicionas la confianza de la
persona que amás? Y ahí también se me presenta otro interrogante: ¿La raza
humana sigue amando? No sé cuál es la respuesta, eso es lo más triste de todo.
A veces ya ni sé si yo soy el bicho raro que pretende ser feliz para siempre y
despertar todas las mañanas con la misma persona y besarla y decir “no me
arrepiento de haberlo elegido”.
Ya ni se la verdad… hoy el mundo me decepcionó bastante…
espero no perder lo que me queda de esta ilusión loca de que “el amor lo puede
todo” que cada vez más y más es oscurecida por un mundo que me demuestra que ya
nada vale la pena…
Lo único que me mantiene a flote esta ilusión son mis viejos
que siguen juntos y enamorados, mi novio que parece ser una raza extraña que
valoro y no pretendo perder por todas las tonterías de las que hable hace un
rato, mi hermano y mi cuñada que son el ejemplo de que el amor perdura y creo
que mucha más no puedo nombrar. Gracias a ellos por dejarme seguir sintiendo
que el amor vale la pena.