lunes, 19 de diciembre de 2011

TIEMPO Y EXPERIENCIA

Hace exactamente seis meses desde la última vez que reflexioné. En estos seis meses debo decir que pasé por miles de estados, miles de situaciones y con muy poco tiempo para poder explayarme y eso me enoja un poco.
Supe lo que es sentirme mal por no corresponder a una persona, supe lo que es ilusionarse en serio y supe también lo que es decepcionarse por completo.
Comprendí muchas cosas que quiero plasmar aquí y que espero que sirvan para todas las personas que se encuentren en una situación similar:
♥ El tiempo es un arma de doble filo, te puede mostrar que una persona vale oro y también que una persona no vale nada.
♥ El tiempo es un amigo fiel que te ayuda a recapacitar y a quedarte con lo importante de cada cosa que pasa en tu vida.
♥ El tiempo es el mejor cicatrizante para un corazón roto.
♥ Cuanto mayor es la ilusión que sentimos por alguien, peor es la caída al darnos cuenta de que nada era lo que parecía.
♥ Nunca te dejes la venda puesta, lo mejor siempre es tener las cosas claras aunque duela lo que pueda llegar a haber al quitártela.
♥ Para pretender que alguien te conozca, primero hay que conocerse a uno mismo.
♥ Es importante tener paciencia, pero también es importante darse cuenta a tiempo cuando algo no tiene ni pies ni cabeza.
♥ No empieces una noche con bajas expectativas por que no sabés a quien te puede presentar el destino.
♥ El mundo está lleno de habitantes y conocemos a muy poca gente. Todos los días podés conocer a alguien importante sin saberlo.
♥ Para llegar a la meta empezá por cosas pequeñas. El tiempo juntará lo pequeño y te llevará a la meta.
♥ No pretendas un quizás, pretendé un seguro.
♥ Valorate a vos mismo para que los demás te tomen en serio.
♥ No te arrepientas de lo que pasó, asegurate de hacerte responsable del después.
♥ Siempre hay que tener en cuenta los sentimiento de los demás.
♥ La persona que más crees que vale la pena puede convertirse lo más ordinario que conozcas.
Estas son algunas de las conclusiones que pude sacar hasta el momento. En estos seis meses realmente me debatí mucho a mi misma. Pensé en qué era el amor, pensé que quizás lo mejor era olvidarme definitivamente de él. El destino me puso en circunstancias en las que me dejé llevar por mi misma sin pensar en los demás, fui egoísta y no me arrepiento por que hice lo que sentí en el momento, pero al fin y al cabo terminé con el corazón roto por llenarme de expectativas con alguien a quien pensé que era diferente y eso estuvo mal. No hay que cerrar los ojos. Hay que dejarse llevar solo cuando sabemos que el otro está ahí para atajarnos. El problema es que a veces es más fácil decir “todo es lindo” y seguir, pero llega el momento del precipicio y si el otro no está, todo deja de ser lindo.
Sufrí un poco si, pero también me hice más fuerte y sin darme cuenta conocí personas que no pensé conocer y que me hicieron darme cuenta de que mi mundo es un grano de sal muy pequeño, que mañana puedo chocarme en el subte con una persona y que por alguna extraña razón esa persona puede pasar a ser parte de mi vida. Hay que abrirse al mundo, conocer, disfrutar, sobre todo vivir. El tiempo es el que marca nuestros momentos, no nosotros. Esta mitad del año tuve que hacer malabares con el tiempo, 24 horas eran poco para todo lo que tenía que hacer, pero solo el tiempo es capaz de ejercer un control, yo puedo tratar de controlarlo, pero él solito me dio la oportunidad de elegir, equivocarme, sufrir y seguir adelante y eso es lo que creo que es la experiencia. No llegué a la meta y quizás falte aún. No conocí al amor de mi vida y ni me acerqué un poco a eso, pero supe lo que es salir con un chico y que no funcionara, lo que es salir con un chico, te confundiera y te lastimara y lo que es conocer un chico sin querer, decir “bueno… que el tiempo diga” y que no pase nada y creo que la tercera opción es la mejor. Yo no sé que puede pasar, yo solo puedo elegir ciertas cosas y disfrutar. La meta está allá lejos, lo importante es que si me tengo confianza y no me impaciento, la meta algún día, cuando menos me los espere, va a llegar a mi sola.
Por eso, si el amor te quita el sueño, al otro día vas a estar cansada y sin ninguna solución. Mejor dormir y si es será y si no es, será experiencia.
Si conocer a alguien es lo más importante, podés salir con todas las personas que quieras, pero el indicado va a llegar cuando tenga que ser, mientras que los demás solo serán una pequeña distracción o un dolor de cabeza.
Si hoy el corazón te duele y maldecís al amor con toda tu alma. Date tiempo para darte cuenta que eso que hoy te lastima, mañana te va a ayudar a esquivar la misma piedra. Puede que no me creas, pero tarde o temprano va a terminar sonriendo y pensando en la razón por la que llorabas.
No digo que en estos seis meses haya descubierto el sentido de la vida y que me volví la persona más sabia del mundo, pero si puedo decir que me di cuenta de lo poco que sabía y que descubrí lo chiquita que soy al lado del mundo. Me falta mucho camino por recorrer, lo importante es querer hacerlo y enfrentarme a lo que venga por que todo lo que nos pase, en su momento será para bien nuestro.

domingo, 19 de junio de 2011

LAS VUELTAS DEL AMOR

¿Por qué será que en el amor nada es predecible? Hace un tiempo ya que estoy pensando en lo complicada que es la situación. Nada es predecible ni planeable, nada es lógico ni común. Si nos ponemos a pensar, no hay dos historias de amor iguales nunca. Todas las circunstancias siempre son distintas, las mismas personas pueden tener distintas historias de amor en las que reaccionaron de manera distinta en cada una de ellas. ¿No es hermoso e increíble que el amor sea tan creativo que nos regale siempre una historia propia?
A veces también pasa que una historia de amor que parecía irrompible, se rompe sin saberse por qué. Las causas aparecen de repente y hacen que todo lo hermoso que se había construido con el tiempo, se caiga abajo en un solo instante. Esas son las historias que me entristecen, por las cuales derramos lágrimas como si fueran propias. No entiendo bien las causas, trato siempre de buscar los por qué a la cosas, pero cuando del amor se trata jamás pude encontrar respuestas ni justificaciones.
A veces nos pasa que en la cabeza creamos escenas románticas que podrían ser usadas en Hollywood y que rara vez terminan sucediendo o inventamos finales alternativos a momentos que ya ocurrieron. Así pasó en una película que vi, que entre el material extra tenía el final alternativo, y que me hizo pensar: Tan fácil es cambiar el final de una película, pero es tan complejo en la vida real. Un final distinto podría significar un futuro totalmente diferente. Ese es el problema de las historias, novelas y películas, que solo nos muestran un final, pero no significa que ese sea el verdadero final pues después de eso la historia continúa y quizás un hermoso final puede convertirse en un final muy triste o viceversa.
¿Cuántas historias de amor hay que comienzan, terminan y vuelven a comenzar? Muchas. Supongo que es por que en el momento donde empezaron no era el mejor momento o el momento que debía ser. Me ha pasado que conocí a alguien que pensé que era perfecto para mi y ciertas cosas ayudaban a que las cosas fueran bien, pero desde cierto punto de la historia todo fue en picada, todo fue desencuentros y añoranza de verlo y sueños esperanzados y nosotros tratando de luchar contra estos desencuentros (especialmente yo), pero llegué al punto de pensar que quizás, por más perfecto que sea para mi, quizás no esté dentro de mi destino estar con él o quizás no ahora, quizás en otro momento. Por eso no hay que forzar al destino, el destino es un sabio autor de vidas que escribe día a día páginas en nuestras vidas tratando de llevarnos a donde su imaginación nos quiere llevar. Si como personajes, intentamos revelarnos al autor haciendo nuestro parecer, él logrará ganarnos por que por algo las cosas son como son y se supone que son así para mejor de cada uno de nosotros.
Es probable que cuando las cosas pasan no lo veamos así, personalmente me dan mucha bronca los desencuentros y que las cosas que sueño nunca se hagan realidad como yo quiero. Pero eso es en el presente. Cuando pasa el tiempo y miro hacia atrás, a veces entiendo el por qué de ciertas cosas y no me dan tanta bronca.
Pensemos en las personas adultas y solteras que encuentran el amor luego de muchos años. Quizás ellos y las personas de su alrededor creían que nada cambiaría nunca, pero si el amor tiene destinado alguien para su vida, sea a la edad que sea, siempre va a llegar. Me siento hipócrita al escribir esa última frase “Siempre va a llegar”, por que yo soy de las que por momentos siente que nunca va a llegar, que nunca va a venir por mi y que aunque mi imaginación vuela y vuela lejos, no logro imaginar la situación que me lleve a encontrar a ese amor que el destino me ha deparado.
A veces el amor da tantas vueltas que me marea un poco, me cuesta seguirle el ritmo, me lleva, me trae, me ilusiona y me hace caer contra el piso. No recibí del amor las mejores satisfacciones aún, creo que no recibí ninguna al momento, pero ¿Qué más me queda que seguir confiando? No sé por qué, trato de decir “ Basta, me cansé, se terminó acá, no confiaré más en el amor”, pero no puedo, sigo confiando y sigo soñando y mayormente sigo esperando a que el amor me lleve a dar una de sus vueltas y así un día pueda contar en mi blog una historia de amor personal, verdadera y única como todas las demás y sonreír como tonta mientras lo hago por que al escribirla voy a sentir que todo eso lo viví. Ese relato tendrá un final que no será realmente el verdadero final pues ese ni yo lo conoceré hasta que pase al otro plano en mi existencia y ahí recién quizás podré decir “Esta historia de amor llegó a su fin aquí” pues hasta el último día de mi vida, jamás podré saber lo que la vida, el amor y el destino me puedan llegar a preparar.

domingo, 1 de mayo de 2011

HISTORIA DE UN MÉDICO, UNA CONTADORA Y UN GOMERO

Sentada en la Plaza Houssay, frenta un gomero enorme, mientras leo una novela, se me ocurrió una historia interesante:
Él, estudiante de Medicina. Puro dar al prójimo, su misión en la vida es salvar a las personas que sufren alguna enfermedad. Un alma caritativa que siempre quiso estar al servicio de la gente.
Ella, estudiante de Ciencias Económicas. Fría como una noche de invierno y calculadora como nadie. Lo único en su vida era triunfar, ser rica. Su misión en la vida era ganar millones sin importar a quien pisar y a quien ganarle en el camino.
Una tarde de otoño, inusual por el calor que hacía, ambos salieron de la facultad a la misma hora. Tenían que comer y, por obra del destino o la casualidad, ambos eligieron sentarse a la sombra del gomero que estaba en la plaza Houssay. Cada uno miraba su respectiva facultad, pensando en lo glorioso que sería recibirse e imaginando sus futuros.
Él la miró de reojo, vio que era de la Facultad de Ciencias Económicas y la despreció con la mirada al notar que estaba tan llena de accesorios y tonterías como una navaja suiza. Ella también lo miró y lo despreció de la misma forma, parecía un pobre tonto de la Facultad de Medicina. Se notaba a gritos su humildad y le pareció poca cosa.
Por alguna razón ambos volvieron al mismo lugar la semana siguiente, un miércoles. Cada uno sentado a la sombra del gomero mirando a sus facultades y de reojo se miraban con desprecio y un poco de curiosidad.
Al miércoles siguiente, a ella se le escapó el pañuelo que adornaba su cuello,por travesura del viento, y él lo atrapó. Ambos se pararon y a la mitad del árbol, él le entregó el pañuelo y ella le dijo un callado “Gracias”. Volvieron a sus lugares, pero ella no pudo evitar preguntarle “¿Por qué mirás con tanta admiración a ese edificio viejo?”. Él se rió y le preguntó lo mismo, lo que hizo que ella no pudiera contestarle, dándole de cierta forma la razón a él de lo tonta que había sido la pregunta.
A la semana siguiente, cuando nadie esperaba nada, ella habló: “Estuve pensando, miro el edificio por lo que representa, por lo que me da. Gracias a este edificio un día voy a ser grande”.
“Es loco que lo digas” contestó él, “pienso igual, no creí que tuviéramos algo en común”. Ella sonrió “yo tampoco”, dijo ella sin decir nada más.
A la semana siguiente se acortaron las distancias, se sentaron más cerca y hasta se convidaron el almuerzo. Discutían sus razones, no entendían el punto de vista del otro, pero por alguna razón seguían yendo los miércoles a la una en punto bajo la sombra del gomero.
Discutiendo, discutiendo, un día él le dijo que mirara a la Facultad de Medicina y que él miraría a la de ella. Nada sintieron al ver los edificios, pero si sintieron mucho al darse vuelta al mismo tiempo y mirarse a los ojos.
“Mis hijos” Dijo ella. “¿Qué?” dijo él confundido. “Mis hijos son la razón de mi codicia. Siendo pobre ¿Qué futuro podría darles?”.
Él sonrió ante aquella confesión y le dijo “No sé, pero te aseguro que no les va a faltar un doctor” y la besó. Se besaron bajo el gomero que los había presentado.
Allí comenzó una historia de amor más. ¡Qué importa el final! Lo más lindo de las historias de amor son los comienzos…

jueves, 14 de abril de 2011

PALPITACIONES

Es difícil de explicar, pero creo que esto que me sucede a menudo, le debe suceder a varias personas. Es sentir el corazón latir tan fuerte y rápido que pareciera que se está por salir del pecho. A la vez, me produce una neblina en la mente que no me deja concentrarme en otra cosa. ¿No nos pasa que cuando vemos a alguien que nos llama la atención pasa todo esto? A mi me pasa y es muy difícil de controlar. Sentada en el aula de clases, tratando de leer apuntes para avanzar en mis estudios, nada me molesta hasta que llega él y se sienta en los bancos de enfrente. No sé explicar qué tiene, por que en realidad no tiene nada. No cuenta con casi ninguno de los atributos que me llaman la atención en un chico, pero desde que lo vi el primer día no pude dejar de mirarlo y de sentir palpitaciones al verlo. Varias veces me pescó mirándolo y varias veces lo pesqué yo a él haciendo lo mismo, pero nunca puedo decirle nada por que las palpitaciones, además de nublarme la mente, me quita el habla. No comprendo qué me llama la atención de él por que es extraño en mi eso, siempre tengo fundamentos para que alguien me guste, pero él me sacó de esos fundamentos. El otro día se acercó a pedirme mis apuntes, por que el parcial se acerca, y al estar frente a él hablando las palpitaciones empezaron, pero como empezó a hablarme él, pude seguir la conversación. Mientras hablaba trataba de entender, sin éxito, qué me llamaba la atención mientras las palpitaciones continuaban. Sacó él las fotocopias y luego otros compañeros que no conocía, pero no me importaba por que estaba contenta. Supe su nombre, él supo el mio, supe un poco más de él pero nada importante, lo salude al irme y me fui con una sonrisa. Supe más cosas, pero no supe qué me hacía sentir las palpitaciones. Sé que me fui contenta sabiendo que ahora en adelante voy a poder saludarlo, si las palpitaciones lo permiten, y que quizás conversación va, conversación viene, entre tum-tum y tum-tum de mi corazón, pueda saber que enigma se esconde dentro de él, que me hizo verlo de entre los otros chicos. Creo en la magia y creo en el amor, por lo cual no creo que este latir y este enigma sea totalmente en vano. ¿Debelaré el enigma? ¿Será algo del destino que me dice que lo mire? Realmente no lo sé, pero me gusta sentir a mi corazón contento y rebosante del alegría y si él me produce eso, bienvenido sea…

lunes, 28 de febrero de 2011

CARTA AL AMOR DE MI VIDA

Amor de mi vida:

¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que te estés bien. Yo te cuento que acá estoy todavía esperándote. Sé que vas a venir por mi, pero no creas que te estoy apurando. Sólo te envío esta carta para que te quedes tranquilo y sepas que estoy para cuando nos llegue la hora.
Tengo un recuerdo muy vago de vos. Sólo recuerdo que el destino nos dijo que nos buscáramos cuando naciéramos y que compartiríamos la vida juntos, pero no puedo recordar tu cara. Quizás el día que te vea me dé cuenta de que sos vos, pero es solo lo sabré cuando te vea. O quizás ya te conozco, pero no me percaté de eso. Si vos te diste cuenta decime “Soy yo, vine por vos” y al segundo te responderé con un hermoso beso de amor.
Quería contarte que te busqué bastante, en varias personas. Algunas me confundieron bastante y casi me hicieron pensar que eran vos, pero me fui dando cuenta después de que estaba equivocada, quizás era la impaciencia de tenerte a mi lado.
¿Vos también me estás buscando? Quizás preferís que nos encuentre la vida sin buscarnos, eso me parece muy tierno. Lo que hagas esta bien, si estuviste con otras pensando que era yo también está bien por que significa que no me olvidaste y que me buscás. Lo importante es que cuando nos encontremos nada nos separará y tendremos tiempo para construir nuevos recuerdos y para contarnos en cuantas personas nos buscamos.
¿Sabés que es lo loco del asunto? Que sé como sos, pero no sé como te ves. Eso es lo que me hace confundirte con otras personas o verte en mis sueños o anhelos. Quizás encuentro tus ojos en algunos chicos o tu sonrisa en otros y eso hace que me confunda bastante. Aunque hago fuerza no puedo recordarte por que fue hace tanto que nos conocimos que lo único que se mantiene intacto en mi recuerdo es el amor que siento por vos y que quiero demostrarte hasta el final de nuestros días.
Otra cosa que pienso es que el destino no quiere que esté con otro más que vos, por eso me separa de todos tus potenciales competidores, no te creas que tuviste tantos, pero tampoco soy tonta. Por eso me repongo de cada caída, por que sé que todo es para llegar a vos.
A veces, debo confesarte, llegué a dudar de tu existencia. Empecé a pensar que eras sólo un viejo sueño que me perturbó y no que no me dejaba en paz. Que no existías en mi vida y que jamás vendrías por mi. A veces me cuesta esperarte, empiezo a cansarme y a decir que no valés la pena. Pero quedate tranquilo por que cada vez que me pasaba o me pasa eso, termino entrando en razón y a sentarme en la ventana de la torre a esperarte a que llegues a buscarme.
Esta carta también es para eso. Para que sepas que existo, que si vos te sentís de la misma forma, ya no sufras por que pronto estaremos juntos. Ya vas a dar con mi torre y podremos irnos juntos cabalgando por el campo verde y sentarnos a reírnos y a amarnos junto a una laguna cristalina.
Ay amor de mi vida, que ganas de abrazarte que tengo. Quiero que me beses y me digas esas palabras tuyas que tanto anhelo. Quiero que nos riamos juntos y que empecemos esa vida que el destino nos dijo que nos haría tan feliz.
No te apures por mi por que siempre voy a estar aquí.
Te esperaré siempre y te amaré por la eternidad…

lunes, 14 de febrero de 2011

EL MAR Y VOS

No sé como explicarlo, fue una situación extraña. Mientras el sol se reflejaba en el inmenso mar y las olas iban y venían tratando de llevarme con ellas, pensé en vos. Comencé a reírme y a intentar darme cuenta por qué pasaste por mi mente. Lo pensé seriamente mientras recorría la playa con mis pies descalzos pues cuanto más veía el mar al caminar, más venías a mi mente.
Me di cuenta de que para mi sos como el mar. Cada vez que veo al mar, siento un gran magnetismo que me invita a descubrirlo y a conocerlo hasta sus mayores profundidades. Sé que si me dejo llevar por él hasta su profundidad puedo perderme y jamás volver. Por eso avanzo con cuidado y resguardándome de todo, pero por momentos no me importa nada y quisiera dejarme llevar, olvidándome de todo y del peligro que eso conlleva.
El mar me hace sentir un sentimiento contradictorio. Me transmite mucha paz, siento que puedo descubrirme al estar en contacto con él y, a la vez, el ir y venir de las olas que rompen contra la playa, me muestra la fuerza, la perseverancia que me dice que nunca hay que rendirse.
Una de las cosas que la gente me dice sobre el mar, es que hay que tenerle respeto, por que dejarse llevar es peligroso, pero yo puedo decir con orgullo que no le tengo miedo, yo quiero conocerlo, quiero saber que oculta en sus profundidades y que me tape hasta hacerme parte de él. Sé que puedo salir lastimada, por que en el ir y venir puedo recibir golpes, pero no puedo evitarlo.
Quienes no conocen al mar de cerca, puede que no lo comprendan, hay que saber llevarlo y conocerlo realmente para comprender su inmensidad. El mar también es desconfiado, es allí donde, al no confiar en nadie, no permite que ninguno deje manejarlo a su antojo. El mar es libre, es indomable.
Yo no temo la desconfianza del mar, quisiera poder ganarme su total confianza. Sé que si su marea se debilitara conmigo, podría llegar a su profundidad y así por fin entender aquel magnetismo, aquello que hace que cuando lo vea sonría; que cuando sé que está cerca, quiera verlo; que disfrute de estar cerca de él sin cansarme.
El mar para mi sos vos.
Dedicado especialmente para la persona que hoy tiene mi corazón...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Mi OBSESIÓN CON EL AMOR

La primera frase que se me viene a la mente es “estoy vencida por que el mundo me hizo así y no puedo cambiar”. Algunas personas piensan que soy cursi, otras que soy tonta, que pienso solo en el amor, me dicen que no es lo único importante en la vida y acepto todas las críticas que me hagan sobre mi persona, pero no puedo decir más que “Soy así”.
Desde que tengo memoria el amor se posesionó de mi persona y no me dejó pensar en otra cosa. Quizás parezca que es exagerado el hecho que diga que desde que tengo memoria, pero es la pura verdad. No recuerdo algún momento de mi infancia en el que no pensara en tener novio.
El amor ocupa la mayor parte de mis pensamientos. Es increíble lo rápido que puedo ver romances en la gente, lo rápido que puedo aconsejar a alguien sobre amor, lo mucho que sé sin haberlo vivido, las escenas románticas que mi mente crea y lo mucho que me gusta buscar el amor en cada cosa que veo, leo o hago.
No lo hago a propósito, a veces me enojo conmigo misma por ser así. No es algo tan bueno como parece pues cuando uno tiene el amor a flor de piel y el amor no toca a tu puerta, uno suele sentirse vacío por más que no le falte nada en la vida.
Puede que suene como una envidiosa, pero al ver a las parejas al caminar en la calle daría mi vida por estar en su lugar y sentir en carne propia aquello de lo que tanto escribo. Sufro cuando llega aquella fecha en la que cupido está por todos lados y yo no veo que él venga ayudarme, sufro cuando las flores comienzan a aparecer y veo que ninguna cae en mis manos, sufro cuando las señales de algo aparecen y me doy cuenta de que tan solo son ideas mías.
Todos dicen que hay que tener paciencia, todos dicen que llegará a su tiempo, pero pregunto: Si a un fumador sin cigarrillos le dicen que pronto llegará, sin a un alcohólico sin un trago le dicen que pronto llegarán ¿Estos lo esperarán con paciencia?
Pareciera que digo que el amor es mi droga, que soy amordicta o amorcólica, puede ser y no sé si tiene cura por que no es que por abstinencia se termina curando, sino que cuanto más abstinencia se tiene, peor es el mal.
Ahora, si yo tuviera que elegir cambiar esto en mi personalidad ¿Qué haría? Dudo que quisiera cambiarlo, si bien sufro mucho a veces, también es cierto que es algo que me ayuda a vivir con alegría por que disfruto de ver el amor en todas partes. Me alimento del amor que veo, leo, siento y predico. Y aunque a algunas personas les parezca que es algo inútil, que saca tiempo, que hay cosas más importantes, les digo que les tengo pena por que se pierden de algo sumamente maravilloso.
Si, lo admito, soy una adicta al amor y no tengo deseos de curarme, sólo de sentirlo, vivirlo y seguir así durante toda mi vida. Prefiero mis bajones de animo, mi impaciencia, mi suspiros tristes a no apreciar lo hermoso que es el amor y lo milagrosas que son sus propiedades, por que quienes lo conocen y lo estudian como lo hago yo a través de todo tipo de fuentes, se darán cuenta de que cuando una persona siente amor, cambia todo a su alrededor y vive de una manera más dulce.
Así que cuando me lean o me vean bajoneada o deprimida, piensen en que es todo parte de lo mismo. Que hasta el sentimiento más hermoso tiene su lado amargo y que aunque a veces pareciera que voy a desfallecer por culpa de este enamoramiento con el amor, yo soy feliz así, por que el amor es mi esencia, es parte de mi. Es probable que si me abrieran y me lo quitaran, sólo sería un cuerpo vacío.
Sí, soy cursi, soy tonta, inocente, creo en pavadas, suelo aburrir con esto del amor, pero sólo tengo una respuesta para las personas que crean eso:
Yo soy así, el amor es mi filosofía de vida, no cambiaría jamás y agradezco al mundo ser una enamorada del amor.

martes, 4 de enero de 2011

ASFIXIA

Vagando por la ciudad, de regreso a casa sin saber si quería volver, me pregunté algo: Si la gente puede morir de amor… ¿Se puede morir por falta de amor? Supongo, me contesté, que si el amor es para mi como el aire que respiro, si me falta el aire, me asfixio y me muero. Si eso es posible entonces supongo que si, puedo morir por falta de amor.
Hoy en día puedo decir que mis pulmones están al límite. Tantos años de no conseguir una gota de aire puro, los están secando. Sobrevivo con un respirador artificial que es el amor que hay a mi alrededor que me alimenta y me hace feliz. Ver a mis amigos enamorados, ver una buena película, caminar por una plaza y ver las parejas, eso es lo que respiro para sobrevivir, el amor de los demás. Pero hoy, durante las horas que lleva el día, eso no me bastó. Pasé por una plaza y al ver una pareja, decidí girar la cabeza pues no me sentí bien.
Hoy el cielo me acompaña. Está gris y las nubes vagan sin rumbo, al igual que lo hizo mi mente. Mis pies caminaban, pero mi mente se quedó muy atrás. Es increíble que después de la ola de calor, el viento de mi balcón no me alcance, siento que me asfixio. Si me muriera en este momento, sólo aquí se sabría la razón: asfixia de amor.
Hoy caminé, caminé mucho, no fui directo a casa, sino que dejé que mi cuerpo me llevara. Sabía que volvería a casa, pero no sabía cuando ni por donde pasaría antes de llegar. No sabía que buscaba, mucho menos si lo iba a encontrar. Quizás buscaba aire, pero veo que no lo encontré. Vine aquí, a mi balcón, después de pensar que quería hacer al llegar a casa. Lo primero que hice fue tirarme en el sillón, pero de nada me sirvió, no me sentía ni mejor ni peor. Después pensé en venir acá. Acá tampoco nada cambia, sigo sintiendo la asfixia y dudo que me la quite.
Me considero una persona con un espíritu fuerte. Dudo que me deje morir tan fácilmente. Sobreviví a varias asfixias como esta, pero cada vez mis pulmones lo resisten menos y el respirador artificial ya no funciona tan bien. Me pregunto ¿Qué es mejor? ¿Dejarme morir y acabar de una vez con este sufrimiento, con esta sensación asfixiante, o tomar la vía cursi y más difícil de seguir luchando a pesar de ir con una mochila de oxígeno en mi espalda?
No lo sé, nunca tomé la vía fácil, pues me gusta lo complejo, pero la tentación me llama cual manzana deliciosa frente a mi después de una semana sin probar bocado. Es que la realidad es que tengo miedo. Me aterra pensar en vivir una vida con asfixia, que mis pulmones nunca sientan lo que es al aire puro. Llevo muchos años así y sé que puedo vivir muchos más, pero cuantos no sé. No soy de mármol, ni de piedra. Siento frío, calor, dolor y sobre todo asfixia, todo el tiempo asfixia. Por eso vuelvo a repetir:
SI ALGÚN DÍA ME ENCUENTRAN MUERTA Y NO SABEN POR QUÉ, SIMPLEMENTE AQUÍ ESTÁ LA
ÚNICA RAZÓN: MUERTE POR ASFIXIA DE AMOR.