lunes, 15 de febrero de 2010

BESO TRAVIESO/// Capítulo 8 segunda parte: aspiraciones para una cita

Milagros los vio entrar a la sala de la misma película que ella quería ver y que Francisco había rechazado.
- Es muy injusto- Dijo alguien detrás de ella.
Milagros se dio vuelta y allí estaba Julián muriéndose de rabia.
- Vos sos Julián de centro de estudiantes ¿No?- Le dijo Milagros- ¿Qué hacés acá?
- ¿Por qué Francisco es tan popular con las chicas? Estoy acá por que estoy siguiendo a Elina.
- ¿La estás siguiendo?- Dijo Milagros asustada.
- No siguiendo, estaba buscando el momento perfecto para invitarla cuando la crucé cerca de acá.
Milagros pensaba que quizás esa era la razón por la cual la había rechazado, para salir con Elina.
- No es momento de quedarnos acá. Tenemos que entrar- Le dijo Julián a Milagros alentándola.
- Pero hay mucha fila para sacar las entradas- Le dijo Milagros triste.
- No te lo creas- Dijo Julián mostrándole dos entradas.
Milagros sonrió y lo llevó del brazo corriendo a la sala donde pudieron encontrar dos asientos detrás de Elina y Francisco.
Al principio estaba todo bien, hasta que Elina quiso recostarse en el hombro de Francisco. Milagros lo notó rápidamente y tiró su propaganda del cine justo en el medio entre ellos para que Elina no lograra lo que quería.
- Ay, perdón- Dijo Milagros haciendo una voz fingida.
Al rato, Elina quiso apoyar su mano sobre la de Francisco que, justo antes de que lo hiciera, la sacó. Elina no se dio cuenta pero estaba tocando otra mano, la mano de Julián que la había apoyado cuando Francisco la sacó.
La película terminó y salieron todos de la sala.
- Esa película fue inesperadamente superficial- Dijo Elina
- ¿En serio?- Le dijo Francisco sorprendido.
- Si la hubieran hecho con más bases científicas, pienso que la historia hubiera sido más profunda- Dijo Elina- Al final, fue de que el amor supera todos los obstáculos.
Milagros los espiaba desde atrás, mientras Julián deliraba por haber sentido la mano suave de Elina sobre la suya.
- Pienso que fue muy interesante- Dijo Francisco- También me gustaría construir un androide como ese.
- Da miedo por que serías capaz de hacerlo- Le dijo Elina y comenzaron a caminar.
Milagros y Julián los siguieron hasta una cafetería a donde entraron a merendar. Ellos estaban en una mesa, mientras los espías estaban en otra, separados por una planta.
- ¿Estás conforme con lo que elegiste estudiar?- Le dijo Elina.
- Todavía no lo sé- Le dijo Francisco.
- Podrías ser lo que quisieras, ¿Acaso hay algo que no puedas hacer?- Le dijo halagándolo.
- Eso me pregunto- dijo Francisco mirando hacia abajo.
Parecía que pensaba en otra cosa. Miraba por la ventana y veía a las parejas que pasaban sin prestarle atención a lo que decía Elina.
- Fran, ¿Qué clase de chica sería tu tipo?- Le dijo Elina, lo que hizo que Milagros prestara mucha atención.
- Dejame pensar, debería ser una chica que fuera bonita, atractiva e inteligente- Dijo Francisco mientras bebía café. Milagros se deprimió al escucharlo y más cuando agregó- Ah, y también que sea buena cocinera.
- Yo prefiero mucho a los chicos inteligentes- Dijo Elina, lo que hizo que Julián prestara atención esta vez- No a alguien que parezca viejo ni que tenga barba
Julián también se deprimió pues aunque no parecía viejo, su preciada barba lo separaba de su amor.
- ¿No seríamos la pareja ideal?- Dijo Elina contenta.
- Quizás- Dijo Francisco deprimiendo del todo a Milagros- pero…
- ¿Pero?- Dijo Elina esperando su respuesta.
- Nada, no importa ¿Qué querés hacer ahora?
Elina y Francisco fueron a una librería, pues ella quería comprar un libro para la facultad. Milagros y Julián los seguían, pero Milagros decidió terminar con eso cuando vio que Francisco, para salvar a Elina de una moto, la tomó por el hombro y comenzaron a caminar muy juntos.
- Basta Julián, no puedo seguir con esto- dijo muy triste.
Milagros se sentía terriblemente mal ¿Qué estaba haciendo espiando la cita de otro? Al final veía que tan cercanos eran.
- Pero ¿Por qué?- Le dijo Julián
- No puedo soportarlo más- Dijo Milagros al borde del llanto- No hay nada que podamos hacer si se gustan mutuamente.
- ¿Entonces vas a dejar que estén juntos?- Dijo Julián enojado.
- Pero… pero no quiero sentirme más miserable de lo que me siento ¡Me voy!- Dijo Milagros y al darse vuelta chocó con una persona- Disculpe.
- Con eso no va a bastar- Dijo el señor. Milagros había hecho que el señor se tirara la gaseosa en sima.- Esta camisa me salió quinientos pesos. Te voy a cobrar cien para la tintorería.
- Pero no tengo tanta plata ahora en sima- Dijo Milagros nerviosa y asustada.- ¿Qué tal veinte pesos?
- ¡Te estás burlando de mi!- Dijo el señor muy enojado- son cien pesos y te va a ir mal si no los pagas.
- Creo que diez pesos serán suficientes- Dijo una voz que Milagros conoció al momento.- No quizás con cinco pesos es suficiente.
- Francisco- Dijo Milagros.
- ¿Qué estás diciendo?- Dijo el señor malhumorado- Esta camisa es de aivis… eivis sant…
- ¿Una marca que ni siquiera recordás?- Dijo Francisco poniéndose adelante de Milagros.- Seguro que la compraste con descuento en un súper mercado.
El señor estaba realmente furioso, Francisco lo había sacado de quicio.
- Julián, es tu turno- Le dijo Francisco.
- Vos fuiste el que hizo más grande el problema- Le dijo Julián.
- Mostrale a Elina de lo que estás hecho- Le dijo Francisco bajito.
El señor estaba realmente enojado y no le importaba contra quien pelear. Francisco empezó a empujar a Milagros y se la llevó.
- Decile a Julián que te acompañe a tu casa- Le dijo a Elina Francisco mientras se iba con Milagros.
Francisco y Milagros se fueron. Empezaron a caminar y Francisco tenía sed así que compró una gaseosa. Milagros estaba callada, no sabía que decirle.
- Francisco ¿Nos descubriste?- Le dijo tímida por fin.
- Con esa manera tonta con la que nos estaban siguiendo me di cuenta rápidamente- le dijo mientras tomaba la gaseosa.
- ¡Disculpame! Después de verlos juntos, yo solo… Pero si…- Milagros no sabía como decirle eso que sentía- Si te gusta Elina…
- ¿Vamos a algún lado?- Dijo Francisco interrumpiéndola mientras tiraba la botella a la basura. Milagros accedió instantáneamente.
Caminaron un rato y llegaron a los bosques de Palermo. Allí a Francisco se le ocurrió ir a andar en bote, él remaría.
Milagros estaba en el paraíso. No podía creer que Francisco estuviera remando para ella. Sentía que quizás estaba usando un poquito de la felicidad que estaba destinada para su vida, no paraba de sonreír.
- Somos la única pareja, después son todas familias- Dijo Milagros sorprendida.
- Bueno, eso es por que hay una historia muy conocida que dice que cualquier pareja que suba a estos botes será maldecida y se separará- Dijo Francisco mientras remaba. Milagros entró en pánico- ¿Qué? ¿No lo sabías?- Dijo Malicioso.
Milagros se paró en el bote y este empezó a tambalearse.
- Me quiero bajar, quiero irme ya- Comenzó a gritar.
- Tonta, no te pares, es una broma- Le dijo Francisco tratando de equilibrar el bote, pero fue demasiado tarde.
Milagros y Francisco cayeron al agua (que sabemos que no es muy limpia) y empezaron a hacer malabares para dar vuelta el bote y poder ir a la orilla. Cuando llegaron, Francisco se sacó la remera y la colgó en un árbol, luego se fue a comprar una remera barata para Milagros.
- Estaba en liquidación y no es de buena calidad, pero no está mojada- Le dijo Francisco cuando le dio la remera.
Milagros se cambió como pudo y se quedaron sentados en el pasto a la sombra de los árboles. Era un día muy tranquilo y hermoso, perfecto para estar allí.
- Realmente lo siento- Dijo Milagros luego de un rato- No hago más que causarte problemas.
- Desde que tengo memoria, no puedo recordar un momento difícil o pesado- Dijo Francisco mientras estaba acostado en el pasto- Pero después de que recibí tu carta de amor en la secundaria cada día es más difícil y molesto.
Milagros puso su cabeza apoyada en sus brazos, se sentía realmente mal. Francisco se sentó y continuó diciendo:
- Cuando lo pienso, quizás sos un problema que se me presentó. Este es el primer problema con el que tengo que lidiar. Primero pensé en huir, pero recientemente empecé a creer que sería interesante lidiar con el problema que tener una vida sin ninguna preocupación.
- Soy el problema ¿No? ¿Estás afrontándome?- Dijo Milagros tratando de entender lo que Francisco había dicho.
- Si, la vida viene con las dos cosas, lo bueno y lo malo, eso creo- Dijo Francisco.
Milagros comenzó a razonar. “Afrontarme, no significa pelear conmigo” pensó y como Francisco la vio tan concentrada le dijo:
- Está bien si no lo entendés.
Milagros despertó de sus pensamientos y quiso decirle lo que había entendido.
- En otras palabras- dijo- intentaste huir de mi, pero decidiste no hacerlo y ahora vos…- Milagros se sorprendió y emocionó de repente- ¿Estás proponiéndome algo?
- ¡No! ¿Cómo llegaste a esa conclusión?- Dijo Alarmado- Lo que estoy diciendo que quizás no es tan malo vivir en la misma casa.
- ¿No te desagrado?- Dijo Milagros dulcemente.
- Puedo ser un poco pesado con vos, pero no, no me desagradás.
Milagros sonrió y se tiró a abrazarlo, lo que sorprendió a Francisco.
- Te quiero Francisco- Le dijo feliz- desde el primer año de secundaria, sos el único al que he querido ¡realmente te quiero! Soy estúpida, no puedo cocinar, tampoco soy atractiva, pero voy a trabajar duro. Voy a trabajar duro en la cocina y en los estudios y… y…
- ¡No puedo esperar!- Dijo Francisco sorprendido y enternecido por Milagros- ¿Intentarás convertirte en una mujer talentosa para mi? En el tiempo que va, veamos que tal te va en los primero parciales. Hagámoslo para que tus notas sean proporcionales a la fuerza de tu amor- Le dijo sonriendo dulcemente.
Milagros tenía los ojos iluminados y una sonrisa como nunca la había tenido. Siguieron conversando, pero ella siguió pensando para sus adentros. “Aunque la manera en la que me habla es un poco grosera, su sonrisa ha cambiado” pensaba “Comparado con el día que le di la carta, comparado con la vez de nuestro primer beso, ahora me siento más cerca de Francisco”
Cuando el sol se estaba poniendo y sus ropas estaban medianamente secas, decidieron volver. Iban en silencio, Milagros trataba de recordar cada una de las palabras que Francisco le había dicho. De repente su celular sonó y era su papá que necesitaba que fuera al restaurante pues debían hablar de algo muy importante.
Milagros fue al restaurante y, luego de comer, recibió una noticia que la impactó bastante.
- Bueno, Mili, te dije que vinieras por que ya pasó un año desde que fuimos a vivir a la casa de los Ramos y estuve pensando que no podemos tomar ventaja de la amabilidad de Franco y de Norma para siempre. Así que ¿Qué pensás?
Milagros abrió los ojos sorprendida, esperaba que su papá no dijera lo que iba a decir.
- ¿No es hora de volver a vivir con tu papá los dos solos?
¿Será que Milagros se irá de la casa de los Ramos? ¿Los sentimientos de Francisco comenzarán a salir a la luz? ¿Julián habrá salido golpeado? Lo veremos en el próximo capítulo que se titula "Adiós día lluvioso"

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